3.8.13

Perdiendo la brújula

No me pidas de nuevo la dirección de mi infortunio,
ese puede estar en cualquier lado, 
no es cuestión de coordenadas sino de aquel instante en que se deje atrapar.

No me pidas que te de un punto de referencia, una señal o un signo,
hay que saber perderse, hacerse experto en auto extravíos,
disfrutar la incertidumbre, hacerse adicto a la duda.

No te puedo dar una piedra Rosetta, ni acompañarte en el sendero,
no puedo siquiera prestarte mí faro, no sirvo de guía.

No soy destino, soy un principio sin fin, eclipso la meta, 
descorcho el futuro, estropeo el porvenir.

Y si no tengo algo concreto que ofrecer, ¿por qué habría de ser tu brújula?
¿Por qué tendría que ser el culpable de tu desorientado paso?

Yo solo puedo prometer estar ahí y no irme nunca...ni más, ni menos.

JLS, 0382013 2133



2 comentarios: