7.2.12

Cambiando de ciclo

Cerrar puertas tras de sí,
como el perro que olvidó el hueso enterrado,
sin quedarse jamás atado, al remordimiento de un escurridizo adiós.

Y uno crece en las despedidas,
cuando no tiene el antídoto a la mano,
o cuando el viento sopla desolado, viajando a la próxima estación.

Ya no corro cuando tengo prisa,
y sigo gritando como león enjaulado,
por tener el apetito desvariado, moriré con mi terca inanición.

Si no puedo ya ser entendido,
si desentono con mi baile desgastado,
si es preciso dar un paso al costado, agradezco su infinita comprensión.

JLS, farewell...so long