11.9.10

AIRE

Desde hace tiempo lo vengo sintiendo, desde hace tiempo estoy convencido, desde hace tiempo vengo padeciendo y creo que sin un claro motivo, la duda consume la poca presión que me regala esta placenta donde vivo…atmósfera, le dicen. Después de una eternidad, cobré consciencia y me puse a espiar cada una de mis dimensiones, de mis extensiones, de mis dominios; después de no sé cuánto tiempo, se apareció la criatura más espléndida de toda la inmensidad que poseo; bella, de risa ligera, de aroma sutil, de piel erizada, de mirada perfecta, de humedad bendita, de suavidad delicada, de tersura perturbada.

Y reconocí el porqué de muchas tonterías que suelen hacer los hombres, la razón de sus incongruencias, la estridencia de sus propias sinfonías. Pero yo no puedo darme ciertos lujos, estoy, y voy, y juego, y abarco, e inundo, y regalo, y me transformo fluídicamente; pero no puedo materializarme y concentrarme en moléculas más pesadas. Y no la puedo tocar, sólo imaginarme; no necesito volar pues soy el vuelo mismo, pero jamás podré sentir sus besos.


Y ella me corresponde, se vuelve feliz cuando me disfruta, cuando le desacomodo el pelo, cuando nos encontramos a la orilla del mar, ó en la cima de una colina, ó en la noche que la envuelve, donde puedo protegerla. Me tiene siempre, aunque no me lo pida, soy suyo aunque me comparta con el resto de la humanidad; estoy a su servicio aunque casi nunca diga mi nombre. Consuelo estúpido, el saber que sin mí se muere, aunque ella no se dé cuenta; que sí un día deja de meterme dentro de ella, sus pulmones se colapsarían provocándole una muerte sumamente dolorosa y angustiante.


¿De qué me sirve ser el elemento más vital de todos? Cómo sea no puedo tenerla, sólo puedo cubrirla, sólo puedo darle vida…aunque ella nunca me piense. El amor platónico ó romántico, son parte de la misma desgracia, pero es lo único que me queda.


JLS, en estado gaseoso y sin condensarme

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